Descripción |
Figura masculina de pie sobre peana octogonal. Representa a un esquilador andaluz, con bigote y poblada barba morena. Luce sombrero negro de ala ancha y viste camisa blanca desabrochada, chaqueta negra, faja roja estampada, pantalones negros y alpargatas. Descansa el peso del cuerpo sobre su pierna izquierda, permaneciendo la derecha ligeramente flexionada, y apoya su brazo izquierdo en la cintura.
Sobre la peana lleva la marca del artífice: PÉREZ COMA / GRANADA / COMERES 4, y en una de las esquinas de esta, incisa bajo la pintura marmoleada que la cubre, está datado en 1879.
Los barros andaluces reproducen tipos populares y escenas costumbristas, exaltando los valores folclóricos y tipistas que tenía España en el imaginario romántico europeo. Respondían a una creciente demanda en Europa y especialmente en Inglaterra, donde se buscaban como preciado objeto de coleccionismo por parte de los viajeros, para recuerdo o "souvenir". También la burguesía española los adquiría para decorar sus hogares.
En la imaginería del barro no sólo trataron de reflejarse el valor heroico, la juerga, el cante o el sentimiento popular; también atraían la curiosidad de los extranjeros los distintos tipos de las clases sociales y los oficios, como en este caso el esquilador, que corta el pelo, vellón o lana de los ganados y otros animales, para lo que son imprescindibles las tijeras que lleva en la cintura, prendidas en la faja.
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